domingo, 6 de abril de 2008

Extrañándolo todo.

Camino el camino y camino.
Ausencia de brisa salada y candor.
Escasa la familiaridad y el verdor.
Extraño, extraño, extraño.

La voz del mar se mantiene callada.
¿Será que ha perdido su fuerza?
La voz del mar se siente debilmente cercana.
¿Será que de la playa se aleja?

Voy cediendo la ventaja ganada,
A pesar de aferrarme con fuerza a la estabilidad que me daba.

O quizá sea tal vez, la sola idea de saberme cambiado, cambiante, cambiando.

Camino, y camino, sin la voluntad de caminar.
Ultimamente hago todo a sabiendas de que a la razón
le importa un carajo.
No he logrado persuadirme, convencerme de que todo irá mejor.

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